La Unión Cívica Radical (UCR) sabe que el desafío para las elecciones del 7 de septiembre será garantizar la supervivencia y tratar de rearmarse para 2027. El acuerdo que se anunció entre el PRO y La Libertad Avanza sacudió a la militancia que salió a marcar la cancha y algunos ya avisaron que romperan en los concejos deliberantes si eso se concreta.

Es el caso de Junín, municipio a cargo del intendente Pablo Petrecca (PRO), que ya recibió la notificación de los tres radicales que forman parte del bloque de Juntos.

“Desde la UCR Junín, después de la elección de Javier Milei tuvimos una reunión con el intendente y él nos propuso seguir trabajando juntos, priorizando el funcionamiento en el distrito. Dijimos que sí y pusimos nuestras condiciones, pedimos respetar el funcionamiento legislativo por la buena cantidad de concejales y dejamos en claro que el límite era La Libertad Avanza, algo que se sostuvo hasta hace unos meses. Siempre marcamos que en caso de que hubiera un acuerdo con ellos, no nos iban a encontrar”, dijo a Buenos Aires/12 el edil Juan Pablo Itoiz.

El hombre, que forma parte de Evolución, el sector de la UCR que responde a Martín Lousteau, sumó que “hay una decisión del PRO de fusionarse con La Libertad Avanza, no veo un acuerdo de partido que lleve a un frente electoral”, lo que deja al radicalismo “con libertad de acción”.

“Nosotros siempre hemos respetado la palabra que hemos dado. La situación que vive ahora el PRO en es una devolución de cortesía de lo que le hacían ellos al radicalismo años atrás. La impresión que tengo es que la dilación de un acuerdo lleva a un desgaste, pero no veo a Ritondo acordar que los dirigentes del PRO se incorporen y habiliten una boleta seccional”, dijo.

El intendente de ese distrito, el más importante en términos electorales de la Cuarta sección, pertenece al grupo de jefes comunales alineados con el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, y es uno de los que pone reparos al acuerdo sin condiciones con el mileísmo.

Los mandatos de Karina

Con todo, Karina Milei ya puso las condiciones sobre la mesa. El armado opositor bonaerense deberá sostener el color y el nombre de La Libertad Avanza. Pese a lo que pretenden los intendentes amarillos, el equipo del presidente busca ser bandera y sello. Y parece que no están dispuesto a debatirlo. “Nadie se va a teñir de violeta, somos del PRO”, aseveró Cristian Ritondo el último 30 de mayo ante sus intendentes. Habrá que esperar al 9 de julio, día del cierre de alianzas, para saber si eso se cumple o no, pero está difícil.

La Libertad Avanza de la provincia de Buenos Aires está empoderada. Sus máximas autoridades aseguran que van a alcanzar un triunfo en las elecciones del 7 de septiembre y, mientras los primos Mauricio y Jorge Macri intentan resistir la avanzada violeta, los libertarios ya piensan en su estrategia personalizada.

En tanto se sostienen las negociaciones entre el presidente del partido a nivel provincial, Sebastián Pareja y su par del PRO, Cristian Ritondo, los armadores de las ocho secciones electorales ya van diseñando propuestas “quirúrgicas”.

La Cuarta, una sección en puja

Más allá del caso Junín, la Unión Cívica Radical se prepara para pelear poderío en el noroeste bonaerense, una región compuesta por 19 distritos de los cuales controlan cinco. Trenque Lauquen, General Viamonte, General Arenales, Florentino Ameghino y Lincoln son los municipios donde el partido centenario maneja los hilos municipales desde hace varios años. 

En algunos de ellos, también el Concejo Deliberante funciona bajo el viejo esquema de la coalición Cambiemos, pero avisan que podría haber rupturas si el mix de amarillo con violeta se concreta.

El presidente del Comité Provincia, Miguel Fernández, es una de las figuras fuertes del partido en la región y es quien lleva adelante conversaciones no solo con los jefes comunales pese a las diferencias internas, sino también con los presidentes de los Comité de cada distrito.

La semana que viene, junto al presidente de la Convención provincial, Pablo Domenichini, llevarán adelante una serie de consultas a los jefes de Comité sobre el rumbo que debería tomar la UCR de cara al cierre de alianzas, que será el 9 de julio. La idea que sostienen a nivel provincial, la mayoría de los intendentes y los dirigentes de los distritos es que la UCR debe ir hacia un frente de centro, pero donde sea el partido el que tome las riendas.

“El gran diferenciador es el desdoblamiento”, dijo un armador boina blanca del interior. Con una elección separada del arrastre nacional, entienden que aporta “valor a lo local”. Por eso, analizan que “si podemos armar buenas listas con gente reconocida y con trayectoria, sumado a la figura de intendentes que encabecen las seccionales, te potencia”.

Como sabe que la batalla central será entre el peronismo y los libertarios, la UCR no apuesta a dar el batacazo, sino a consolidar la posición de los 27 municipios que comanda. “Si este armado de centro nos permite posicionar además en donde no gobernamos, queda la plataforma para el 2027”, aseguran.

En ese sentido, el intendente de Magdalena, el único boina blanca de la Tercera sección electoral, aseveró que “los intendentes vamos a poder traccionar de abajo para arriba” en las elecciones. “No sé a quiénes pueden poner los partidos en la Tercera, pero probablemente sean candidatos que no se conocen en los pueblos. Los vecinos creen en los jefes comunales y creo que es momento de darle mayor participación a ese espacio político que son los intendentes”, dijo en Uno Tres Cinco.

Por eso, sumó que “esa dicotomía de Estado sí o no, no se termina ahí”, dado que “la opción es el Estado eficiente, que tiene que existir. Los intendentes damos muestras cabales de que ese Estado existe” y “esa es la discusión que venimos a proponer”.

“En la Provincia tenemos 27 intendentes y somos más de 400 en todo el país”, valoró para luego sumar que “el radicalismo tiene mucho más de lo que se visibiliza y es este poder territorial y cualquier fuerza que se quiera armar necesita de una estructura como la nuestra”, marcó.