El ministro de Economía, Luis Caputo, resolvió intervenir en el mercado financiero utilizando recursos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Anses, un mecanismo que, en principio, está destinado a asegurar el financiamiento del sistema previsional y no a funcionar como herramienta de estabilización cambiaria.

La estrategia del Gobierno consistió en emplear los dólares del FGS para la compra de bonos soberanos AL30, con el objetivo de contener la cotización del dólar financiero. La medida tuvo un impacto marginal en el dólar MEP, que registró una baja del 0,3 %, mientras que el contado con liquidación (CCL) y el dólar blue continuaron en alza, alcanzando este último los 1.210 pesos.

Esta decisión se produjo apenas un día después de la designación de Fernando Bearzi al frente de la Anses. Bearzi, cuya trayectoria incluye un paso por Noctua, la firma offshore con sede en las Islas Caimán vinculada a Caputo, asumió en un contexto de creciente preocupación por el manejo de los recursos previsionales.

La reacción del mercado fue inmediata: el índice Merval en dólares cayó a su nivel más bajo en tres meses y registró su tercera mayor caída diaria desde agosto.

En este escenario, persisten los interrogantes sobre la sostenibilidad de este tipo de medidas y sus consecuencias en el mediano plazo, mientras el panorama económico continúa marcado por la volatilidad cambiaria y la incertidumbre en los mercados.